Un huerto es un método utilizado para el cultivo y la siembra intensiva de frutas y hortalizas en terrenos de pequeñas dimensiones.
Su objetivo principal se basa en cosechar los alimentos del consumo familiar. Proviene del huerto tradicional europeo, de pequeñas extensiones y comúnmente dedicado al consumo familiar o a la venta al por menor.
El huerto escolar es un terreno destinado a la siembra y a la pedagogía agrícola ubicado dentro de cualquier institución educativa. Aunque, más allá de todo esto, el huerto puede servir como exploración vocacional para los niños, quienes se pueden ver interesados en área de la ciencia como:
- Biotecnología
- Bioquímico
- Agrónomo
- Nutricionista
- Matemática
- Lectura
En muchos casos, si la escuela no cuenta con los terrenos específicos para el huerto, se procede a utilizar macetas o cajas espaciosas.
Los huertos escolares contribuyen en la mejoría de la nutrición y educación de los niños y sus familias, tanto en zonas rurales como urbanas.
Hecho para la experiencia de los estudiantes
La creación y desarrollo de proyectos relacionados con huertos escolares no debe considerarse como una fuente de rentas o ingresos. Sería mucho mejor observar el huerto escolar desde un punto de vista pedagógico, ya que es un medio utilizado para la nutrición de los niños y la expansión de la educación agrícola.
El objetivo del huerto escolar no solo radica en la proporción de alimentos, también incentiva a adoptar una mejor calidad de alimentación basada en el consumo de frutas y hortalizas variadas. El consumo de los frutos obtenidos mediante el huerto escolar, representa una fuente de vitaminas y minerales fundamentales para el desarrollo de niñas y niños.
Las técnicas de cultivo utilizadas en el desarrollo y creación de un huerto escolar se basan en la agricultura ecológica. Siempre teniendo en cuenta que el bienestar de nuestro planeta va primero que todo.
Funciones de un huerto escolar
Entre las funciones de un huerto escolar podemos resaltar la mejoría en la nutrición de los niños mediante el incentivo del cultivo de sus propias frutas y verduras. No solo brinda oportunidades de aprendizaje formal sobre la siembra, técnicas de cultivo y subsistencia familiar; también desarrolla enseñanzas sobre la protección del medioambiente.
En estos pequeños espacios pertenecientes a la institución educativa, es primordial enseñar a los niños las relaciones de interdependencia que existen entre las plantas y el medio que las rodea; incluyendo factores como el efecto de la luz, el agua, el suelo, la temperaturas y demás aspectos clave.
Los niños deben aprender sobre la influencia de todos los factores físicos, químicos y biológicos que intervienen en el crecimiento y desarrollo de las plantas. De esta manera, pueden adquirir conciencia y responsabilidad sobre las consecuencias que tienen nuestras actividades sobre el equilibrio ecológico.
Cada niño asumirá una responsabilidad en relación al huerto; esto le enseñará la importancia de tomar decisiones, asumir las consecuencias y actuar con diligencia.
Necesitas saber esto
Crear un huerto escolar requiere del movimiento de tierra por medio de herramientas manipuladas por los niños y sus docentes, permitiendo a los niños mejorar sus habilidades motrices. Los huertos escolares requieren que el grupo de niños siga las indicaciones de sus profesores tal y como las plantean, coordinando entre ellos una repartición integral de labores por hacer en el desarrollo del huerto.
El trabajo en equipo que realicen los niños juntos con sus compañeros y docentes será una habilidad que utilicen a lo largo de su vida, y como resultado, promoverá valores como el respeto y la igualdad.